jueves, 20 de octubre de 2011

John Bowlby - TEORIA DEL APEGO.

John Bowlby nace el 26 de febrero de 1907 en Londres. Falleció el 2 de septiembre de 1990, en Escocia, en la Isla de Skye.

En 1951 Bowlby, elaboró su trabajo "Cuidado Maternal y Salud Mental", aquí se expone la teoría de la "Necesidad Maternal", dado por un mecanismo, similar al "Imprinting" que denominó "Monotropía".
La Monotropía es para Bowbly, un proceso en el que el infante desarrolla un firme apego o unión a su madre dentro de los primeros seis meses, de vida. la ruptura de ese vínculo produciría serias consecuencias.
Este trabajo desató un gran foco de inquietud profesional, a tal nivel que la ONU lo obligó a publicar un refutatorio titulado " Necesidad del Cuidado Materno". En este trabajo mostró que los niños no siempre podrían sufrir un daño importante, sino que, en algunas situaciones, con otra gente, incluyendo a los padres, son también muy importantes para los niños. Fue a la luz de tales estudios que Bowbly adaptó su idea original de "Necesidad Maternal" y desarrolló lo que hoy conocemos como la Teoría del Apego.

 TEORÍA DEL APEGO

La necesidad del infante de estar próximo a su madre, de ser acunado en sus brazos, protegido y cuidado ha sido estudiado científicamente. El apego, es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. 
La Teoría del Apego plantea que la separación producida entre un niño pequeño y una figura de apego es de por sí perturbadora y suministra las condiciones necesarias para que experimente con facilidad un miedo intenso. Esta teoría explica la propensión que muestran los seres humanos a establecer sólidos vínculos afectivos buscando seguridad, y ante la falta de contención desarrollar multiples formas de trastorno emocional, y de alteración de su personalidad, dando lugar a variados síntomas dentro de los que podemos mencionar, ansiedad, depresión, ira, y apartamiento emocional.
El punto fundamentral radica en que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su figura principal de afecto (persona con la que establece este vínculo).
A través del apego se le proporciona al niño seguridad emocional, ser aceptado y protegido incondicionalmente.
Según Bowbly, los infantes dependen de quienes los cuidan para satisfacer sus necesidades vitales (alimento, refugio, amor, estimulación). Es por eso que tienen la capacidad de apegarse.
Según esta teoría, el bebe nace con una serie de  conductas las que tienen como finalidad producir respuestas en los padres, tales como la succión, la sonrisa refleja, el balbuceo, la necesidad de ser acunado y el llanto.A través de estas conductas el bebe busca mantener la proximidad con la figura de apego como base de seguridad desde donde explora al mundo.
Bowbly además indica que el apego es un aspecto esencial para una vida sana y productiva desde el punto de vista psicológico.que de no ser satisfactorio o  de no formarse este vínculo, los infantes pueden sufrir de depresión, ansiedad entre otros. Por ésto es fundamental que los niños reciban cuidados por personas conocidas y con las que se puedan sentir conectados. Si no se lleva a cabo el apegamiento de una manera adecuada y se produce una separación es muy probable que se experimente un miedo intenso.Bowbly pensaba que la relación entre lo que provoca temor y lo que realmente puede producir daño, es indirecta, sin embargo compartimos con los animales ciertos temores, como el desconocimiento de otro ser u objeto, temor a objetos que aumentan de tamaño o se aproximan rápidamente, el temor a ruidos intensos, a la oscuridad y al aislamiento..
Esta teoría defiende tres postulados básicos:
-Cuando un individuo confía en contar con la presencia o apoyo de la figura de apego siempre que la necesite, será mucho menos propenso a experimentar miedos intensos o crónicos.
- La confianza se va adquiriendo gradualmente durante los años de inmadurez y tiende a subsistir por el resto de la vida.
-Las diversas expectativas referentes a la accesibilidad y capacidad de respuesta de la figura de apego forjados por diferentes individuos durante sus años inmaduros constituyen un reflejo fiel de sus expectativas reales.
En los adultos el comportamiento de apego resultan especialmente evidentes cuando una persona está angustiada, enferma o asustada. Estos patrones de comportamiento de apego mostrados por un individuo dependen en gran medida de la edad, porque éstos van disminuyendo con la edad, su inensidad. También varía de acuerdo al sexo, circunstancias presentes y etapas anteriores.
La influencia del apego de un adulto puede determinar la capacidad de establecer vínculos afectivos. Si estos vínculos afectivos no son satisfactorios pueden tener como resultado en la edad adulta, síntomas neuróticos, trastornos de personalidad, problemas conyugales, conflictos con los hijos, fobias, depresiones, entre otras.

Estilos de apego

Como resultado de este experimento se desarrollaron tres estilos de apego básicos: 

-Apego Seguro: Es un tipo de relación con la figura de apego que se caracteriza porque ven en su cuidador primario una fuente de seguridad y un apoyo desde el cual exploran su medio, protestan poco cuando se quedan solos, lo que sugiere que confían en que su curador regresará. Cuando están con extraños u otros adultos se muestran amigables, pero no en exceso, cuando vuelven la persona que los cuida, buscan reconectarse con ella.

-Evitativo: Es un tipo de relación donde los niños se muestran bastantes independientes. Parecen necesitar menos contacto con la persona que los cuida se muestran indiferentes cuando se quedan solos o lloran porque se sienten solos y no aparentemente porque extrañan a esa persona, cuando regresa la persona, la evitan y la ignoran.

-Apego inseguro- ambivalente: Estos niños se muestran muy preocupados por el paradero de sus madres y apenas exploran. No ven en su cuidador primario un apoyo desde el cual lanzarse a explorar su medio, a menudo resisten inicialmente a tener contacto con esa persona, sin embargo una vez establecido el contacto se oponen visiblemente a cualquier intento de romperlo, lloran mucho cuando son separados del cuidador principal y es difícil consolarlos.
Hay que recordar que estos patrones pueden variar pues la compatibilidad entre los temperamentos y la personalidad tanto del niño como de la persona que está encargada de su cuidado, afecta el estilo de apego.

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